Equilibrio y Armonía

El fundador Horst Rechelbacher va mucho más allá de la creación de Aveda. Horst fue un pionero de la belleza holística y un defensor de la responsabilidad medioambiental; su objetivo y su pasión han dejado huella como parte de un movimiento global mucho mayor que busca el equilibrio y la armonía, tanto individual como colectiva.

Adoptó un pensamiento holístico, la creencia de que la belleza individual está directamente relacionada con la belleza del mundo que nos rodea. Sus ideas revolucionarían la industria de la belleza. «Somos la tierra», expresó. «Somos suelo. Somos agua. Somos todo. Puedes pasarte a un modo de vida orgánico si puedes. Convertirte en agricultor. Cultivar en tu propia casa. Cultivar menta y hacerte tu propio té. Celebrar la vida».

La visión de Horst es un testamento de cómo fue un adelantado a su tiempo y, aunque ya no esté entre nosotros, su legado perdura de innumerables formas: desde el ritual distintivo del masaje de cuello y hombros que ha dado la fama a los centros de belleza de Aveda, hasta un modo de emprender respetuoso con el medio ambiente que rinde homenaje a las empresas con consciencia.

Y lo más importante: Horst nos enseñó que: «Cada día es una nueva oportunidad para crear efectos positivos. Incluso las decisiones más sencillas e insignificantes que tomamos en nuestro día a día (lo que comemos, lo que llevamos puesto, lo que usamos en nuestros cuerpos y hogares) tienen un efecto mariposa que va mucho más allá de nuestra persona».